Momentos de inspiración que se publican...

domingo, 8 de noviembre de 2015

Cotidianidad


Todo empezó una mañana en la que los momentos cotidianos se modificaron sin previo aviso. La deliciosa comida de desayuno se había esfumado o quizá ni siquiera se presentó. Todo lo que conocíamos se hacía polvo, se evaporaba sin dejar rastro.

Nuestros corazones se separaban y no había marcha atrás. La luz que tanto había iluminado se convertía en un chispazo que justo empezaba a quedarse en el pasado.

Alguien muy sabio me dijo una vez que el pragmatismo del que todos se quejaban vivía en cada uno de nosotros. Que en mayor o menor grado, las cosas que nos rodeaban eran calificadas por su "valor". Este nunca es fijo, cambia a medida en que nosotros lo hacemos. ¿Cuánto vale nuestro amor?

Nos volvimos cotidianos, nos volvimos uno más. Nos veíamos sin mirarnos y oíamos sin escuchar.
Podría culpar a la vida, a las intenciones con que se hicieron las cosas. Tuyas y mías, ¿Qué más da? 

Vago en un mundo de ilusiones divididas, donde los matices de grises son menos importantes que los negros que van empañando el corazón.

sábado, 7 de noviembre de 2015

Desasosiego de ti

Te sentía languidecer. Poco a poco te ibas y me dejabas con un nudo en la garganta.

Poder gritar es una virtud que jamás desarrollé. Las cosas buenas y malas que formaban mi existencia, las acepte sin protesta. Los golpes me hicieron fuerte, me hicieron dura. Me mostraron que para sobrevivir hay que tomar las cosas a la ligera, sin importancia. No engancharse en un círculo vicioso de enojo y rencor.

Dejar ir y aceptar. Recibir y aguantar. Sentir el desasosiego de tener una vida estancada llena de sueños.

Languideces paulatinamente, te vas sin dejar rastro. Vida mía, ¿Cuál será la fórmula para no desaparecer? Morir en la agonía o vivir en soledad, sin el recuerdo de lo que pudo pasar.